Moody’s, la conocida agencia de calificación de riesgo crediticio, ha colocado la valoración de Turquía en “Baa3”, estando pendiente una posible nueva rebaja que coloque la deuda turca a niveles de “bono basura”. Esto se debería al fallido intento de golpe de estado que sufrió el país recientemente, así como también las dudas sobre el funcionamiento institucional del país o el propio crecimiento de la economía otomana.
Según Moody’s, aunque el golpe de estado fuera fallido, el intento demuestra que hay desafíos políticos que constituyen un asunto mucho más amplio para el país, algo que está relacionado directamente con la solvencia del mismo. Y entre las dudas más claras están las reformas económicas dentro de un contexto que denota un debilitamiento del crecimiento.
Así pues, de aquí en adelante Moody’s analizará las posibilidades de una ralentización de la demanda a nivel interno y que pudiera provocar un crecimiento más lento en los próximos dos años.