La Unión de Contribuyentes y la Fundación para el Avance de la Libertad han llevado a cabo un estudio denominado “El impuesto sobre el Patrimonio” donde se explican los beneficios de prescindir de él. En concreto, durante los diez primeros años la supresión del mismo generaría hasta 181.000 puestos de trabajo, además de proporcionar un crecimiento adicional de hasta el 5%.
Este informe apunta a que la gran mayoría de países desarrollados lo han eliminado en los últimos años, estando aún vigente en España, Francia, Noruega y en Suiza. Por comparación, en nuestro país el impuesto es mucho más gravoso que el que se tiene en Francia y en Noruega.
El estudio que evidencia los pormenores del impuesto a nivel autonómico, señala que Extremadura tiene el Impuesto sobre el Patrimonio más elevado del mundo, mientras que el de Guipúzcoa es confiscatorio y el de Aragón, Navarra, Cataluña y Comunidad Valenciana maltrata duramente a la clase media.